Música.

martes, 29 de mayo de 2012

Carta a un sueño.

Te presentaste en mi vida de la noche a la mañana, y fue porque se dieron las condiciones propicias para ello.
Te asentaste en mi mente, mi alma y mi corazón y te adueñaste de mi ser. Te haces ver lejano, inalcanzable y en ocasiones, efímero. Pero sé que si estás en mi es porque algún día serás mío. Por ti he tomado las decisiones más importantes que la vida me ha presentado, es como si tú decidieras por mi, y has decidido que luche.
Me haces fuerte, haces que no me importe lo que diga la gente y que no me importen los obstáculos del camino, un camino que me has mostrado tú.
Un camino por el que voy caminando, con paso lento pero constante, esquivando o superando baches, sacando las piedras que se meten en mis zapatos. A veces me he caído y he pensado desistir, pero entonces he alzado la mirada, mirando al frente y he visto la lejana meta que se ve. Y allí estás tú, resplandeciente, dándome fuerzas. Y ahora, cada vez que caigo, hago eso, miro al frente y con las lejanas fuerzas que me mandas, me levanto y sigo, llena de energía, alegría, de ganas de llegar a ti.

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